Cartuchos para la caza tradicional de perdiz con reclamo
Son muchos los momentos cruciales que se presentan en la práctica de la caza de perdiz con reclamo. Los aficionados sabemos que el momento del disparo es uno de esos momentos fundamentales para conseguir los objetivos de esta modalidad cinegética, por un lado, es el instante en el que hay que cumplir con las reglas de “la plaza y el recibo” y por otro, el abatir a la perdiz campesina de la forma más eficaz.
En el momento del disparo el aficionado tiene que controlar la actuación del reclamo, su serenidad y el sonido suave del “recibo”. La perdiz campesina tiene que estar en “plaza”, son instantes decisivos para resolver el lance con una buena o mala faena.
En esos segundos, el nerviosismo es inevitable, pero el disparo tiene que ser certero, de tal forma que se abata la pieza de forma fulminante, quedando inmóvil en las cercanías del “pulpitillo”, de lo contrario corremos el peligro de estropear para siempre al reclamo.
Por eso, el contar con un buen cartucho es esencial para conseguir que después del buen trabajo del reclamo, el lance sea inolvidable.
Lejos queda esta imagen de los utensilios que se utilizaban para la recarga de los cartuchos y la curiosa talega de la “Fábrica de Perdigones". EL Reclamo y curiosamente de “Perdigón Endurecido”.
Una vez elegido el cazadero, se procede a determinar la plaza más idónea para situar el pulpitillo, que se coloca entre unos quince o veinticinco pasos del puesto o augurado, según las características del terreno, (aproximadamente entre quince o veinticinco metros de distancia).
La plaza debe ser llana, sin surcos, ni altibajos, lo más despejada posible de vegetación, para ver bien a las perdices salvajes, y limpia de piedras, para evitar rebotes que puedan herir al reclamo, poder asegurar el tiro y sobre todo para que la perdiz cazada quede siempre a la vista del reclamo.
Un accidente frecuente que se puede producir en el momento del disparo, motivado por el nerviosismo, por estar muy pendiente del reclamo y de la campesina, o por las circunstancias naturales de la plaza, es el plomear al pájaro de la jaula.
En la actualidad existe en el mercado el cartucho “Midel Reclamum”.
El único cartucho diseñado exclusivamente para la caza de la perdiz con reclamo, con una característica que lo hacen ideal para evitar el accidente del plomeo de los reclamos por rebotes.
Midel Reclamun, se presenta en dos formatos, uno para utilizarlo en distancias cortas, entre los 15 y 20 metros y especial para escopetas más antiguas y plazas cercanas de 30 gramos y otro, para distancia larga, entre los 20 y 25 metros, de 31 gramos.
Entres su cualidades sobresalen la suavidad en el disparo, evitando un fuerte retroceso del arma, son de calibre 12 y plomo especialmente blando para evitar los rebotes pero sin perder su capacidad de abatir las perdices silvestres, plomo de 7,5 y taco especial que evita al máximo la dispersión de los perdigones.
Para finalizar, no podemos olvidarnos que tenemos que conocer el radio de plomeo de nuestra escopeta para apuntar de forma certera, para ello se recomienda el realizar pruebas de tiro sobre un cartón.
Y por supuesto, tener siempre mucha precaución a la hora del disparo, cumplir con las normas fundamentales de seguridad en la caza y no olvidarnos del refrán que nos dice “que las armas las carga el diablo”.
Con el buen trabajo de los reclamos y con este cartucho los puestos serán inolvidables.